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Dicen por ahì que las cosas más insignificantes son las más importantes. Este blog es un intento insignificante... un poco de todo!

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Qué con mi Dios? Por. Chavo-Chan

     Inicio con una pregunta muy grande, no con el Dios de alguien màs o de alguna religion, si no con mi Dios, con el que yo tengo en la mente y en mi ser, que es muy distinto del que muchas personas pueden observar o reconcer y que en particular mi concepcion de Dios cambio muchisimo y no ha sido el mismo desde que iniciaron cambios en mi persona.
Al principio estaba muy emocionado con la idea de conocer a Dios y entre a la Orden de los Carmelitas Descalzos, ahi descubri muchas creencias falsas que yo tenia y me abrio la posibilidad de un Dios que es misericordioso y amoroso que no jusgaba y que no castigaba. En el momento de entrar a la Maestria, me fue como en feria, ya que se maneja otro concepto de la idea de Dios. Si bien esta palabra (Dios) esta muy cargada de afecto y de muchos significados, de poder y de religiosidades, pero en realidad Dios es todo esto?
     Cuando se piensa en Dios se piensa en la personificacion o la imagen que fue inculcada en la familia o en la sociedad o por alguna religion, y si
bien es la primera educacion lo que otros creen que esta bien, que pueden ser los que fungieron como padres o los padres propiamente dicho, y con ellos los Tios y mas tarde los amigos, la escuela, maestros y los libros. Pero todo ofrece una opinion de Dios. El mismo Jesus enseñaba que el reino de Dios esta en el interior, y quien ama a su hermano ama a Dios, es que Dios es una amor que todo lo abraza. Y el ojo con que veo a Dios es con el ojo que me ve a mi, recuerdo un cuentito muy padre;
        Un Dia un monje se encontro a un niño desnudo
    y este le dijo que de donde venia
    le contesto: vengo de Dios
    ¿donde le dejaste?
    en los corazones virtuosos
    ¿donde lo encontraste?
    Donde lo abandone a todas las criaturas
    ¿quién eres?
    un rey
    ¿donde esta tu reino?
    en mi corazon
    ¡cuidate de que nadia te lo divida!
    lo hare
    entonces lo llevo a su celda
    llevate el abrigo que quieras
     ¡entonces no sere rey!
     y desaparecio.
Y asi como este cuentito hay muchos mas que quieren darle un significado a La Palabra Dios, pero ¿en realidad se deberia definir? yo creo que todas las personas tienen derecho a reconocer a su Dios con respecto a su propia realidad y desde ahi desarrollar su espiritualidad y que es válido, para mí solo esta en buscar mi propio camino para encontrar eso que llamo Dios y la trascendencia de mi propio ser y con él lo que esta a mi alrededor, lejos de poder definir o asociar a una imagen lo que es Dios o de poder expresar solo con palabras lo que en realidad es o pudiera ser.
     En estos momentos de la existencia creo encontrar algo que me ayuda mucho a mi propia realidad a mi propio ser y es un pesamiento acerca de Dios;
    
Dios es mas que una religion, es todas las religiosidades, es buda, es Jesus, es el samsara, es Julio Gamez, Sergio Vasquez, son mis compañeros, eres tu y soy yo, es mas que ser bueno o malo, es un todo que en todo esta y es una nada que en nada esta, es lo que fue y lo que sera al mismo tiempo, es el amor y es el odio, es el cielo y el infierno es el infinito y lo finito. “ES”
Y asi junto con Dios todas las cosas son y cumplen una funcion, pero mi tarea aun no termina descubrire mas cosas y no quedará terminada al menos en esta vida.

Chavochan.

martes, 30 de noviembre de 2010

EL sentido del hombre

La mariposa en mi baño.

El tema que elegí para este ensayo fue producto de una experiencia, un dialogo interno de los que me suelen suceder cuando estoy pensando o reflexionando en las cosas o mejor dicho cuando me encuentro sin querer en esta actitud.

Terminé mis clases, y al llegar a la casa me dirigí hacia el baño, junto al lavabo, antes de abrir la llave me di cuenta que allí estaba una mariposita inferior a un centímetro de tamaño, así que la quise mover pero voló hacia la regadera. Entonces había decidido sacarla pero era muy difícil ya que asustada volaba cada vez que intentaba tomarla. Después me di cuenta que tal vez sería mejor dejarla, a pesar de que veía que intentaba buscar una escapatoria y sufría, así que me dispuse a matarla para terminar con tan penosa lucha. En ese momento me surgieron dudas, recordando la eutanasia, pensé que matarla tal vez sería lo mismo, ¿quién era yo para decidir si debía seguir sufriendo o matarla de una vez? Entonces me surgieron más preguntas. He aquí el origen de la siguiente reflexión sobre el hombre.

Al analizar la conducta humana he querido pararme desde uno de los aspectos del horizonte filosófico griego, este aspecto es la necesidad de decir lo que apodícticamente es siempre y en todos los casos, por eso cada elemento constituyente del hombre he deseado expresarlo de manera esencial aunque admito que no estoy haciendo definiciones esenciales pero sí un planteamiento esencial sobre la situación del hombre.

El hombre se toma la libertad de decidir sobre otros animales, por ejemplo cuando los  elimina de su paso cuando le molestan en algo, o al matarlos para alimentarse de ellos. En este caso, se cree con toda la potestad para hacerlo, en parte porque la tiene. Esta potestad, me pregunto ¿no es acaso debido a que tenemos capacidades más desarrolladas de supervivencia a través de la inteligencia? En este caso tal potestad no es sino simplemente imitación de la naturaleza animal. ¿En qué sentido? Cuando decimos que un león mata, lo hace porque tiene mayor potestad sobre otros animales, y así sucesivamente con otro animal, vendría bien aquí hablar de la cadena alimenticia. En este caso los animales, tienen capacidades unos más que otros para poder sobrevivir, y se puede decir que el hombre tiene más capacidades que otros para hacerlo, entonces se podría deducir que un animal es podido por otro, esto ofrece un rango de jerarquías de supervivencia,  donde en dicha jerarquía el hombre tiene potestad sobre los otros.

Visto el hombre desde esta perspectiva, me hace pensar que no se diferencia de los animales más que en tener potestad  sobre ellos. Y esto le hace tan semejante a ellos como cualquier animal de la cadena alimenticia que está sobre otro.
Entonces decidí seguir rastreando y así puedo decir lo siguiente; no solo tiene potestad, sino que es conciente de ella. Por tanto una potestad consciente, así se diferencía de los animales pero no sólo eso, sino que el mismo hecho de que entre los hombres se desarrollen mejor una capacidades que otras en unos que en otros, podemos decir pluralidad de capacidades dentro de esa misma potestad, también entonces entre los seres humanos hay cierta jerarquía, según la pluralidad  dentro de esa potestad.  
Hasta aquí puede seguir pareciendo que la raza humana no es sino una copia de la cadena alimenticia, en otros sentidos y bajo otras connotaciones, por ejemplo en la vida social, económica etc.  Pero me parece que no sólo nos diferencia la potestad consciente, pues en la realidad podemos constatar que hay ciertas motivaciones de actuar con nuestra potestad consciente en contra de las leyes de supervivencia. Por ejemplo, los padres que teniendo potestad consciente, sobre los hijos los utilicen para su propio bien limitándoles un desarrollo y eviten así que halla una contribución a la evolución de la raza humana, o lo contrario, que para la supervivencia de la raza humana se dediquen al cuidado de los hijos, es cierto pero el hombre no se limita a esa sola convicción, ha de  tener esto todavía una explicación más, pues hay padres que cuidan de ellos y quienes no, quienes los utilizan para bien propio y quienes no. Es entonces en esta diversidad de conductas que algo más allá de la potestad consciente, les mueve, algo que por el momento llamaremos libertad.
Es ésta capacidad de elegir, aún cuando se va en contra de las leyes naturales como lo es la de la supervivencia, y como puede superarlas a pesar de verse en alguna medida coaccionada por ella es por eso que se puede llamar libertad.
 Eligiendo así en contra de la supervivencia, por ejemplo, no cuidar a los hijos, o utilizarlos desgastándoles y deteriorando así una generación de la raza humana, o en sentido positivo, cuidándoles con el deseo de hacerle un bien a este hijo independientemente de la idea de favorecer la supervivencia de la humanidad. Podemos entonces decir que el hombre posee de una potestad consciente y libre, pues aunque esta libertad se vea siempre confrontada por las leyes de la naturaleza y las circunstancias, a pesar de ello podría ir en contra de ellas ejerciendo esta libertad de decidir y no sólo en el ejemplo de las relaciones padre-hijo sino en todo tipo de relaciones.

Pero más allá de esto, y por lo mismo de poseer esta potestad consciente y libre, el hecho de ser consciente, le hace preguntarse el sentido de estas capacidades, de donde le vienen, porqué es él quien las tiene, qué puede hacer con ellas, algo así como la frase célebre citada en la película de Spiderman “todo poder conlleva una responsabilidad”, ¿responsabilidad de qué?, ciertamente no se puede contestar a esta pregunta sin antes haber respondido al sentido de esta potestad consciente y libre.

Ya Sartre había dicho que el hombre no decide vivir, se encuentra “arrojado a la existencia”, y por ende se pude concluir que el hombre esta condenado a vivir, y relacionándolo con esto, el hombre no elige tener una potestad consciente y libre,  nace teniéndola, pero no se puede decir aquí que está condenado a tenerla, puesto que condena es aquello que esta coaccionado a realizar, por tanto lo ya realizado no se puede llamar condena sino lo que falta por realizar, es decir el hecho de poseer una potestad consciente y libre  no es el meollo del asunto sino lo que ha de hacer con ella, que es lo que todavía no está hecho y por tanto se ve coaccionado a hacer, he aquí la condena, así podemos deducir que el hombre está condenado al sentido, es decir condenado a encontrar el sentido de su potestad consciente y libre una vez pagada su condena se puede decir que será libre de condenas es decir será salvo. Salvo de esta condenación de el sentido.
Considero que esta necesidad de sentido es precisamente la que nos lleva al mito, a la religión, a la filosofía, es cuestión de condenación o salvación, de vida o muerte, de seguir siendo animal o superarse en su ser humano sin sentido para ser plenamente humano libre. Y aquel que encuentra el sentido de su potestad consciente y libre  a través del mito, la religión o la filosofía puede regresar a la vida, con una libertad mayor que la que tenía, y de acuerdo a el sentido que ha encontrado será el uso que pueda darle a su potestad consciente y libre, y del hecho de encontrar este sentido derivará la diferencia entre animales y humanos, e incluso se notará en la vida diaria cuando este sentido de la  potestad consciente y libre, vaya fraguando en la manera de vivir y desenvolverse con los demás.

Ejemplos de esto tenemos muchísimos, basta con mencionar aquellos que ven en la potestad consciente y libre, una oportunidad de servir al otro, otros la capacidad de perfeccionar el mundo natural y nuestro mundo a favor de la plenitud común.

Regresando a la mariposa: una vez que haya hecho mi recorrido a través de la búsqueda de este sentido de mi potestad consciente y libre, podré decidir si matar o no a la mariposa,  si es un acto animal o humano, o mejor dicho y en el mejor de los casos qué debo hacer con respecto a esta mariposa, de acuerdo al sentido que le doy a esta potestad consciente y libre.

Pero hay otro problema, entonces de acuerdo a los innumerables sentidos encontrados que haya, será la pluralidad de conductas entre los seres humanos, y este es un hecho constatable en la realidad. No quiero hacer distinciones entre diferentes filosofías  o ideologías, pero no por eso quiere decir que quiera favorecer el relativismo, “cada quien con su sentido” no, sólo me limito a la realidad, todos buscamos un sentido, y no me hace pleno hasta que lo hago mío independientemente de que ya haya sido o no planteado o encontrado por otros, la diferencia es que ahora es mío.

Entonces lo apodíctico y lo universal del hombre es algo que los une se puede hablar de una característica trascendental del hombre, el hecho de que todos se vean en la necesidad de encontrar dicho sentido.  Es decir: todos condenados a la búsqueda del  sentido de la potestad consciente y libre.   Unos lo encuentran, otros no, es una tarea ardua y difícil, y por esto, un motivo más por el cual seguir estudiando filosofía ya que me puede ayudar a encontrar mi  sentido es decir encontrar la manera de verme salvo, y por lo mismo mi manera de estar y ser en el mundo.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Un cuento acertijo por resolver


Cuento                                         Nadie lo sabe.



La calle estaba sola, las luces de las lámparas se confundían con la sombra de los altos y robustos árboles. Un sonido interrumpió el silencio, una mujer tocaba la puerta de la mansión negra. Llevaba un vestido blanco enlodado y roto que le dejaba  un hombro descubierto, su cabello negro estaba alborotado, descalza y sudando interrumpía los fuertes golpes para ver a uno y otro lado de la calle.
La puerta se abrió.

- ¿que pasa? entra, rápido.- le dijo el hombre de la casa.

Mientras ella se tiró en el sofá con un aire de desahogo, comenzó a hablar mirando fijamente hacia el techo y mientras su respiración se calmaba una lágrima se escurría por su mejilla rasguñada.

-          ¡Estúpido!, no podemos seguir aquí, me persiguieron, ¿por qué tuviste que aceptarlo? No podemos confiar en nadie, Rulo nos conocía de toda la vida pero el baboso intentó atacarme, todos lo quieren.
-          Cálmate amor, todo va a pasar, ya viene el día.-

Se sentó a su lado y le comenzó a acariciar el cabello, ella  recostó su cabeza en su regazo y lloró por un tiempo. Después de un rato el hombre interrumpió los sollozos.

            - Sabías que esto iba a ser así, ahora tenemos que contactarlos, no podemos rendirnos, amor, cuando todo terminé nos iremos a otro país, nadie nos conocerá y empezaremos de nuevo.
            - ¿me vas a llevar a la isla de tu tío?
            - Claro. Allá están Juan y Lis, creciendo como nunca, pronto necesitarán de nosotros, olvidaremos todo y ellos podrán hacer su vida.
            - ¿Crees en tu tío?
            - no puedo dudar de él, no sabe nada, nadie lo sabe, sólo nosotros y esos malditos, y cuando lo tengan se calmarán, nunca sabrán quién lo encontró ni quién lo devolvió. Nunca pensé que Rulo fuera uno de ellos. Tantos años viviendo junto a nosotros y nunca lo vi.

Se quedaron en el sofá alrededor de una hora después se interrumpió el silencio.

            - Voy a bañarme- dijo la mujer y se dirigió al piso de arriba.

Él marcó unos números en el teléfono: - Zet…sí….ya llegó…no me importan los niños…encárgate de ellos…no…en verdad será una ayuda…no puede…está desplomándose…todo se vendrá abajo…lo haré y listo…es por su bien…





 Después de colgar el teléfono subió al piso de arriba, la recámara estaba abierta, se notaban los muebles de madera oscura y  las paredes tapizadas de color tinto, olía a perfume, venía de un frasco de jabón para baño que ella había dejado abierto y estaba  sobre la cama junto a un vestido negro, unos tacones y el anillo matrimonial. Tomó el anillo, lo besó, acaricio el vestido y lo abrazó por un momento. Cuando lo soltó encendió el estéreo, puso a sonar un disco de jazz, el sonido del saxofón inundaba el lugar con ritmos calmados, se sentó en la cama y sacó una caja negra, la abrió y se quedó mirándola un momento, después  se guardó su contenido en el saco.



Se dirigió hacia el baño lentamente. La puerta estaba entreabierta, la mujer estaba en la bañera, con una sonrisa dibujada en los labios, los ojos cerrados y una pierna sobresalía de la espuma apoyando su pie desnudo sobre la orilla de la tina.
El se acercó y comenzó a acariciarle el rostro, sus dedos subieron desde la mano por todo el brazo, su hombro, la barbilla, a través de la mejilla izquierda hasta enredarse con la cabellera llena de shampoo, ella giró su rostro aunque no abrió sus ojos, el le besó la frente tiernamente, se metió la mano en la bolsa del saco donde estaba el contenido de la caja negra, el metal de la escuadra estaba frío, sacó el arma y la cargó, al hacerlo ella abrió los ojos mientras una bala atravesaba justo donde la había besado, la sangre corrió por todo su rostro y comenzó a mezclarse con el jabón de la bañera.  
Limpió la escuadra, se quitó la ropa y la llevo al sótano para quemarla en la caldera de  calefacción.

Afuera sonó un claxon, salió de la casa y subió al auto negro que le estaba esperando.
           

           

            FIN

Poesía.

El aliento que me habita
ha venido de su fuente
es un premio de la vida,
este cuerpo y esta mente.

El mundo con sus misterios
nos abraza en su sentido
vacíos o refrigerios
tergiversan lo vivido.

Puedes sentirte un esclavo
o un hombre libre y reírte,
libre si das con el clavo
de cómo poder vivirte.

Sólo si encuentras la llave
puedes hundirte en la fuente.
Siendo tu vida un ¡Ave!
Que es amor plenificante.

UN cuento sobre la idiosincracia indígena

La lumbre de los duendes de Chililix.


Ya había salido el sol cuando los gritos de los niños resonaban en toda la barranca, llenaban los huecos y espantaban a las gallinas, ese día no habría alegría en la comarca. Le dieron la noticia a Francisco, estaba arando su jardín, iba a plantar jitomates para su hermano, pero ahora no los comería más.

Lo encontraron ahorcado en el balcón del diablo colgado de la horqueta de un mango, le escurría sangre de los pies descalzos y estaban arañados por la maleza del monte, debajo de él, un coyote intentaba alcanzarlo cuando oyó los cantos de los niños que pasaban por ahí  con sus becerras y huyó. Luisito y Pedro fueron los que dieron la noticia. El colgado era José uno de los dos “huérfanos” a quienes llamaban así desde la muerte de su madre y el abandono de su padre.
                           
En un rincón lloraba agazapado Francisco, mientras sus gatitos, única compañía después de la muerte de Lupe su madre, lamían sus pies como intuyendo el abismo de tristeza que azotaba el alma de su amo. Sollozaba, se levantó enérgico y comenzó a preparar un morral con papas para el camino, alcohol de caña y un machete.

Sus pies cansados de tanto caminar entre las piedras tibias bajo el sol que se colaba en las sombras pedían descanso. Se sentó en una piedra, ya no era llanto sino rabia la que le consumía. Pasó por ahí Bonifacio, y ahora sí, se las pagaría.

-          ¡Bonifacio! ¡Ya te cargó cabrón¡ ¿que le hicistes?- grito sin poder disimular un gesto de rabia y dolor.
-          Cálmate Francisco ¿Qué te pasa?
-          No me la vas a contar, hoy no, ya te había dicho yo que no salieran con esas muchachas, qué hicieron no importa, lo que importa es que tú estás vivo y él no.
-          ¿qué dices? Se juyó de la fiesta, me arrebató el vaso de lumbre, seguía bebiendo y yo ya no quería, se enojó y se pinto de patitas pal monte.

Lleno de rabia, Francisco sacó el machete decidido a actuar, cuando se oyeron los gritos de dos jóvenes mujeres embriagadas, traían vestidos de colores embarrados con lodo, la pintura de la cara se diluía entre  sudor y lágrimas. Le explicaron todo, lo habían castigado los duendes por beber y haberlas intentado violar.

- Nadie se mete al monte borracho, sabes Francisco que los duendes no perdonan, los vimos, lo colgaron, y nosotras corrimos asustadas, no nos hagas nada Francisco tú lo conoces cómo es, nomás ve lumbre y se la mete a como puede. Se acabó todo el alcohol y puesn nomás se ganó su castigo -.




Estas explicaciones no bastaron, Francisco no sabía qué hacer, desde ahora estaba sólo Al día siguiente se fue de la comarca, nadie sabía  dónde se había metido con su sed de venganza. Sabían que había visitado a la nana negra le preguntó -¿cómo se invoca la fiesta de los duendes?-…ella no se lo dijo, él se fue enojado.


Allá entre las rocas de la orilla del río, estaba un cuerpo, lleno de sangre y desmembrado, con mordidas por dondequiera,  dos coyotes se peleaban por una de sus manos, una botella vacía brillaba con los rayos del sol, y un coyote moribundo yacía en el suelo con un machete incrustado.

Después que lo encontraron se corrió la voz, y al anochecer del día siguiente se reunieron en la barranca, quién se quedaba con la casa de los huérfanos era la disputa entre los mayordomos, el fiscal mayor no había querido asistir, había hecho una visita a la nana negra, llevaba machete y una botella de alcohol.

El valor de la Humildad en la mística

HUMILDAD


La experiencia de Dios nos lleva a reconocer que todo nos viene de Él.
Y el considerar algunas cosas nos hace ganar en el camino de la humildad, de la ternura y en despertar el amor de Dios.
-Pensando en: nuestra bajeza y la ingratitud que tenemos con Dios.
- todo es dado por Dios y todo lo que ha hecho por nosotros
- su pasión, con tan graves dolores
- lo que nos deleitamos con sus obras
- lo que nos ama

Si estas meditaciones se acompañan oon amor se gana a Dios por el corazón un tanto como Teresita. La verdadera humildad será reconocer su grandeza y abajamiento en su misericordia, reconocer que todo lo recibimos de Él sin ningún merecimiento nuestro. (Cfr. Vida que da Vidas. C. Morales y E. Castro. P. 28)

Esto lo menciona en el capitulo nueve del libro de Vida y también toca el tema dedicándole el capitulo 39 de Camino de Perfección:

Hay una humildad aparente que tienen algunas personas, al apartarse de Dios toando como principal razón la indignidad, desconfiando de Él. Otros falsamente se ponen penitencias desconcertadas que les llevan  a sentirse mejor que los demás, y presumen  que ya no volverán a caer pues han entendido la malicia del pecado.

Teresa establece un criterio selectivo para distinguir la verdadera de la falsa humildad. Es la paz. Cuando la humildad es verdadera porque viene de Dios, “no alborota ni inquieta”. La otra, en cambio, “todo lo turba y es penosa”. Caso de ser esta última la que sentimos es claro que hay que desecharla, dejando de pensar en uno mismo, y pensando más en la misericordia de Dios.
            De cara a conseguir la humildad verdadera lo que sí aprovecha, según la Santa, además de buscar luz, y no guardar cosa secreta, es ir  a parar siempre en el propio conocimiento. Aunque se tenga ya contemplación. Más aún si se tiene, este pensar será espontáneo y sin esfuerzo (Caminón, Oswaldo Escobar.)

Es propio del mal espíritu hacer que las personas o confíen mucho en sí mismas o desconfíen totalmente de ellas pero sin referencia. Para Teresa lo que salva es andar en Verdad, es decir, será desconfiar de sí mismo para confiarse en Dios, y al caer, recoger con paz el autoconocimiento y aprovechar el momento para alabar la misericordia de Dios dejando de pensar egocéntricamente en  su imperfección y considerar  con ternura la misericordia de Dios en paz.